viernes, 20 de junio de 2008

lunes otra vez...



Fresco, humedo, nublado, etc., como todos los dias de Tokyo. Llevo un paraguas pero parece que no va a llover, en un muestreo de personas al azar veo que solo alguna que otra tambien llevaba paraguas colgado, seguramente vieron el mismo pronostico meteorologico que yo, o sea ninguno. Cuando hablo de un muestreo por mas que sea totalmente informal y a golpe de vista, aca en Tokyo esperando el tren en una estacion x me refiero a una muestra importante de nipones y mas cuando es lunes a las ocho y media de la mañana. Hablando rapido y mal eran muchisimos chinos que no tenian un puto paraguas.Joban Line en Minami Senyu, dejo pasar el primero con mentalidad totalmente uruguaya y cómoda, valga la redundancia, sabiendo que atras viene otro seguramente no tan lleno como éste. Subo en el próximo y quedo con la niata contra el vidrio, al contrario del tango, mirando de adentro como los andenes se mueven ascelerados. Ensoquetado y sin posibilidad de movimiento alguno, complicado por mi equipamiento nomadista todavía sin depurar y con un paraguas de más. No entraba mas nadie. En las paradas del enlatado la capacidad de pérdida de cada vagón era significativamente menor a la de ganancia, la riqueza acumulada hablando en terminos económicos genera escases de aire hasta llegar casi a la asfixia. -Me bajo en la proxima, Nipori es más de barrio que Ueno que tiene shinkansen y todo eso, ademas es más chica y llego con más tiempo al Yomanote... ta me bajo en ésta-.Bajamos casi todos, se quedaron algunos pocos, caminamos todos juntos con métrica perfecta y subimos las escaleras del trasbordo asediada por la frecuencia fundamental de los pasos. Somos muchos y en cada subida reclutamos muchos más. Pasa nuestra caravana pero ésta ves no soy tan uruguayo, cuando algunos japoneses dejan pasar un tren me parece prudente esperar también. Ahora si me voy. Vagón medio vacio comparado a los anteriores y me paro entre las filas de asientos un poco profundo de más para mi gusto pero despues me autoconvenso de que sería mas intenso. Se abren y se cierran las puntas de lanza del tiempo que siempre es tirano y me rodearon un montón de trajes oscuros, como cuando Mr. Smith se multiplica como gremblin mojado en The Matrix. Cada uno encuentra su posición temporal hasta la proxima parada despues de algunos segundos de cerrada la guillotina cronometrada. Se hace lugar de donde no había antes. Las manijas amarillas encuentran su pareja mano y las manos que quedan solteras pasan la responsabilidad a las otras extremidades. Resistiendo las sacudidas según la acción y reacción, los cuerpos se chocan unos contra otros, pero no pasa nada. Calculando más o menos a ojo, la capacidad de cada vagón debe ser de cientoveinte personas y si lo multiplicas por quince vagones aproximadamente por tren viajan casi dosmil personas. Si se tiene en cuenta todos los trenes que pasan por una estación cualquiera estamos hablando de un monton de japoneses de traje oscuro y maletín y japonesas vestidas con gabardinas que pareciera que sólo eso llevan puesto, zapatos de taco alto y medias hasta la rodilla que tanto me vuelven loco. Y no pasa nada. Se cierran las compuertas del teletransportador y arranca el Yomanote. La señorita bilingue da los buenos días, las gracias y la información justa y necesaria para llegar a algún destino. Se abre un maletín de cuero con botón y cierre metálico, escupe unos papeles y se vuelve a cerrar. Una nariz respira dificultosamente entre mocos acuachentos de algún resfrío debido al cambio de estación. Repican los dígitos en los botones de cientos de aparatos móviles sordomudos. Estalla la música contra los timpanos que no tienen la culpa como para merecer tremenda tortura. No pasa nada.Me trasbordo hacia Yokohama, me siento y quedo perplejo. No pasa nada. Millones de japoneses androides que todos los dias cumplen su misma funcion sin sentir absolutamente ningun sentimiento. Por momentos pensas que te quedaste sordo si no fuera por el sumbido al deslizarse suave el tren electrico. Casi sin poder creerlo, a ninguno le importa de como esta el tiempo ni como fue el resultado del partido de beisbol de ayer por la noche.

jueves, 22 de mayo de 2008

encontrando la relatividad de las cosas...



Llegue al calor del desierto, que calor hace en abril en serio. Seco y con grandes cantidades de pequeñas partículas de tierra. Pegado, sudado, sucio, cansado, dormido y masticando chuingam` como si fuera un antídoto para no convertirme del todo en algun tipo de animal. The guys pasaron por mi en la suburb, cargamos la maleta y nos fuimos por el strip de Las Vegas.
De Las Vegas les dejo sólo una cosa, y eso es lo mejor que les puedo decir, lo rotundamente increible de la Sin City es que todo es de mentira pero lo mejor es que todo es verdad.
Nos levantamos temprano para ganar tiempo que al toque perdimos. Una historia aburrida que queda en la calentura del momento. Primera ley de la relatividad, las calenturas son solo por el momento. Si las haces durar te cortan. Arrancamos, la maquina se chupa el disco y comienza el baile. Todo es desierto y el oasis llena los espejos. 215, 93, 68, etc., asi se nombran los ríos negros que contrastan con la superficie amarillenta-verdosa homogénea y áspera. Cambios de estado, los niveles de verde van en aumento, tambien el frescor. Llegamos a nuestro último tramo de carretera y encontramos un pueblito donde comprar lo necesario para pasar la noche en el Gran Canyon. Los inmigrantes cambian con los descendientes de indios y sus hijos mixturados, los trajes negros italianos por los chalecos de caza y los cortes de peluqueros de las pasarelas a los pelos blancos largos con colita en un continuo con las barbas espesas del mismo color. Ahora tienen todo el tiempo del mundo para conversar y darte algunos consejos. Seguimos viaje como por un surco entre los arboles y para arriba se ve como el techo celeste se va transformando con colores naranjos, rosados y violeta sin mancha alguna, solo cielo, asi es en el desierto. Llegamos, nos enteramos solo por los carteles. Estaciono la camioneta y por un sendero cruzamos un monte hasta donde por alguna razon de la naturaleza se desmoronó la tierra. Cómo describir algo completamente cuando no podes abarcar ni la millonesima parte de lo que realmente es.
Cuando llegas escalando a alguna roca que se clava en el enorme vacio espeso y helado, da miedo estar parado. Es como estar en la punta de la plataforma de una piscina, solo que sin agua, a casi un kilometro del suelo y en una piedra que sabes que se puede quebrar, ademas de las corrientes de viento encajonadas que quieren barrerte las piernas. No se quien dijo que el vértigo no es un miedo, miedo a las alturas o a caerte, al contrario son las ganas terribles de tirarse que una mentalidad cobarde las mantiene a raya. Yo fui un cobarde porque sabía que al dia siguiente iba a explorar lo que hay ahí abajo.
Ya es tarde y no se ve ni lo que se conversa, decidimos levantar campamento. Mejor dicho, buscar algún campamento para hacer un fuego ya que encontramos lo mas insólito en este pueblito del que les contaba antes, asado de tira, asado asado y del mejor. Si, nos clavamos un asaito de tira en el Canyon, si si, desgarrar la carne del hueso de la manera mas primitiva y troglodita posible y chuparme los dedos, le chifló el moño.
Dormidos como en un game boy jugando al tétris adentro de la camioneta, vestidos, tapados y de gorro de lana. De ves en cuando el termostato respiratorio anunciaba la prendida de la calefacción según el nivel de mocos desbordantes. Me despierto y abro los ojos, el cuerpo sigue en un estado de adormecimiento congelado y le doy arranque a la camioneta para levantar un poco la temperatura. Si, asi es el desierto, ya me lo habian dicho y estudiado en geografía pero ahora se, de día mucho calor y de noche mucho frío. Salgo de la capsula perfecta norteamericana, meo en algún árbol teniendo unos baños a veinte metros, que gracia tienen, y me cepillo los dientes para limpiar los restos de la fibra muscular de las costillitas de algún ternero criado para ese fin. Se despierta y se levanta el cabeza, respetado copiloto, rumbeadores de ley los dos salimos a explorar el territorio en dirección completamente contraria de la que era. Nos desayunaron dos viejitos que salieron a pasear unas mascotas horribles que no se si eran perros o ratas. Ahora si, rumbeamos bien y lo encontramos. Kaibib trail decia el cartel tallado en madera.
Camino viboreante y en constante descenso, bajada rapida y exitante, acelerada e intensa desde un piso cero al menos no se cuantos metros. Por viejos caminos trepadores de forajidos a caballo escondidos de las autoridad y los caza recompenza ahora suben y bajan mulas cansadas de turistas sin parar, cagando todos los escalones improvisados. Escalera naturalartificial con palos de árboles caídos del lugar fijados al suelo de roca con tirafondos de barillas de hierro de diferente diámetro aguantan la tierra suelta y piedras de distinto tamaño tiniendose con su color.
Comiénzo el descenso y se manifiesta un sistema dinámico relativo de variables conocidas super naturales. El sol de un veintisiete de abril en la primavera norteamericana, recorrido invariable a una velocidad despejada de las horas de luz en un día, se junta con el vientito para definir la sensación térmica. Yo también soy una variable como también es mi desplazamiento sin sentido, dirección ni magnitud, es decir un paseo, yo voy, no importa a donde lo que importa es ir. Las dos primeras variables con movimiento evidente se chocan contra la tercera variable, el Gran Canyon, que con mi visita fugaz de un día y medio debido a la organización de un itinerario imposible se presenta quieta, dura e indeformable. Arránco la bajada y asi la interrelación de los tres elementos. La tridimensionalidad de la geografía la marcan las luces y sombras arrojadas por el sol que pega en los diferentes estratos verticales definidos por el color rojiso de la piedra desde lo mas claro a lo más oscuro en profundidad, difumidados entre sí por el verde de los cactus, arbustos y yuyos en las laderas. Es asi como el paisaje nunca se repite y se transforma de una manera sutíl, a medida que desciendo y dandole vueltas por el camino encuentro nuevos puntos de vista, lugares calurosos por la exposición del sol y el resguardo del viento, tramos escalofriantes por laguna muralla de piedra que bloquea el asoleamiento y la brisa se transforma en rafagas heladas.
Son casi las 4 de la tarde, ya bajamos seiscientoscincuenta metros en altura y no se cuantos kilometros de recorrido, y decidimos dar la vuelta. Aca es todo relativo, hasta la gravedad. En el canyon todo lo que baja tiene que subir. Todo cubierto de tierra roja insacudible de la ropa y pegada en la cara, los brazos, las piernas y las manos de la transpiración fluida al sol y fría a la sombra. Parando a mear a cada rato de todo el agua que tomas, comiendo de a puchitos para no sentir pesado el estomago cosas saladas para retener los líquidos. Al principio el ascenso lo encaré con terrible determinación a paso constante y picado, pero la irregularidad del Kaibib hace imposible practicar ésta teoría del esfuerzo equilibrado. Los labios estallan, los garrones se endurecen y los muslos se agarrotan mientras seguis caminando por una pared interminable multicolor y hermosa. El vacio que una ves te pegó de frente ahora le das la espalda, cada tanto te toca el hombro para que le des un poco de bola y te saques el mal humor del cansansio acumulado que como un golpe en la cabeza te hace olvidar lo que estabas disfrutando. Ver que queda tanto todavía por subir hace peor al estado de animo, das vueltas, te sentas un rato, tomas agua, meas, sacas alguna foto igual a todas las demas y seguis en el mismo martirio de subir escalón por escalón. Apoyas las manos en las rodillas pensando que ayudas un poco a las piernas derrotadas por la pseudoescalera de mierda hecha de palos torcidos que lo único que hacen es estorbar y seguis subiendo. Miras para arriba y te encontras con los cuervos trazando infinítas circunferencias y por eso pisas un pedaso de bosta de alguna mula, se te arriman las ardillas gorditas y simpaticas pero lo unico que queres hacer es mandarlas de una patada al fondo del cañon de la envidia de sus movimientos ágiles para subir y bajar entre las piedras, ratas con cola.
Ah, cuando ves de donde arrancaste, todo se borra, agachas la cabeza y le das sin parar. Subis, subis, subis y subis un escalón atras del otro y seguis subiendo. Llegas a la superficie terrestre, te sacas toda la ropa enchumbada en un sudor espeso y te sentas en una roca plana. Miras el cielo celeste completamente despejado rasgado una y otra ves por aviones departure from no where que van hacia no se donde y esperas que el espectaculo termine. El aire se enfria y se endurece, la vegetación que de día vive su color verde se quema sin fuego quedando carbón y el cielo pasa por todos sus estados de animo. Se apaga el sol y lo que una ves fue un cañon ahora es una superficie, todo se aplana y se confunde. No hay distancias, hay colores.
Terminó, no necesita aplausos, solo silencio.

lunes, 12 de mayo de 2008

cronicas de una experiencia anunciada...



Arranque en New York, haciendo todo lo posible por poner mi mente enblanco para poder asimilar las imagenes, las situaciones, las escalas,etc. Es una ciudad increiblemente inabarcable en tan pocos dias. Nunca habia caminado tanto en tan poco tiempo y con un ritmo tan apurado y constante. Los primeros dias fueron las mas cansadores, el no entender mucho el curso natural de la ciudad y las ganas de hacer todo con una energia que solo la podes bancar con la ansiedad por el comienzo del viaje. Despues seguis estando tan cansado como los primeros dias pero disfrutando realmente el manhattanismo. No es ni parecido la vida de un newyorkino por razones obvias pero aprendes los tiempos de la calle, los recorridos del subway y sus posibles combinaciones, la hora para ir para algun boliche a tomarte una cerveza, etc.
Como dije al principio, hice todo lo posible, pero no pude formatear mi mente del todo. Siempre tenemos conceptos prejuiciosos, y mas con lo que tiene que ver con este pais. Algunos de estos son totalmente ciertos como que la gente comun no tiene ni idea y creo que ni les importa la geografia. Algunos no saben que existe un pais que se llama Uruguay. Para que lo necesitarian no? Son unos negreros, no existe en Manhattan o en Chicago algun servicio donde no lo atiendan inmigrantes ilegales,chicanos, peruanos, ecuatorianos, indios pobres, etc. Lo que me impresiono de NY fue la gente en la calle lo amable y respetuosa. Asi como es de respetuosa, te demandan lo mismo, creo que nunca dije tantas veces "con permiso" (excuse me) para pasar entre la gente en una vereda o "perdon" (sorry) al minimo roce con alguien. Me impreciono, tambien a veces se te hace insoportable pero una ves que lo internalizas te moves con mas soltura por todos lados. No hay problemas si no los buscas. Si preguntas, seguro que llegas a donde queres ir. Este fue un prejuicio que tenia de la vida en Manhattan,aunque creo que es tambien bastante superficial, ya que es verdad eso de que si metes la pata o das un poquito de ventaja el que viene atras te come. En Chicago la gente tambien es cordial y amable pero con un toque de realidad que hace que New York paresca de carton, la gente que esta loca en chicago esta loca en serio. En Boston es todo un poco mas diferente, por lo menos por donde estuve. En Cambridge, donde esta Harvard y el MIT que son como las dos grandes universidades, creo que me sentia bastante bien por la cantidad de estudiantes, a pesar de que su vida es diferente que la mia obviamente se siente un ambiente muy parecido. Otra cosa que no me lo imaginaba fue encontrarme con el verdadero capitalismo,-la oferta- al principio desconcertante y abrumador. Pasar como diez minutos para elegir un paquete de galletitas en el super, todas iguales pero todas diferentes o un cafe en Starbucks. Pero despues me parecio una bendicion, creo que fue por la cantidad decervezas diferentes que tenian en las heladeras. Bueno con todo esto les cuento el porque del subtitulo de este mail, llegue a Nueva York y no me senti como un extrano (perdon pero estoy escribiendo desde una computadore que no tiene enies). En lo que va del viaje no me he sorprendido o impresionado demasiado salvo algunas cosas. Lo que antes estaba adentro de una caja o en solamente dos dimensiones se hizo tridimencional o cuatridimencional si tenes encuenta el tiempo y me meti adentro de lo que todos los dias veia, escuchaba o leia. Lo toque y lo estoy tocando, repito que no me sorprende pero aun asi pienso que es increible lo que me esta pasando y lo que estoy viendo.


Dando catedra...

Lo que nunca voy a poder decir es que no me sorprendio fue algunos de los edificios que he visitado en estos casi veinte dias. Se me hace un poco dificil concentrarme por completo y analisar las cosas. Creo que es porque todavia no caigo por completo. Solo en algunos edificios particulares me he sentado a dibujar o a escribir ademas de sacarle alguna que otra foto. Estan los Maestros como Wright, Mies y Lecorbusier que cuando entro a alguno de los edificios me acelero y nose si es por el edificio en si o es por todo lo que puede significar. Si me pongo a pensar friamente creo que es un poco de las dos, la calidad de los edificios es increible. El encuentro con el primer edificio que visite y el unico por ahora, el Carpenter Center, de LeCorbusier, es el que mas me colgo. Es parte de Harvard, donde esta la parte de diseno y cine y otras cosas mas, tiene unos talleres de maquinas que entras y te das cuenta con la comodidad que los locos estudian y laburan. Pero ademas de la parte funcional, la componente expresiva del edificio es soberbia. Hormigon armado, vidrio y colores primarios, despues van a poder ver alguna fotito por internet.
Despues de los pesados vienen los nenes pesados, Rem Koolhaas(arq. holandes) es uno y Kasuyo Sejima(japonesa obviamente) es otra, entre otros obviamente. En Chicago fuimos al McCormick que es la ampliacion del comedor universitario de la IIT que es un edificio de Mies. Lo mas notorio del edificio ademas de las locuras que se manda este loco Holandes (que ya van a ver en alguna foto) es la funcion del edificio. Es todo para el esparcimiento de los estudiantes y recorriendolo encontras algunos rinconcitos con los locos de la universidad tirados con sus computadoras o jugando al ping pong o tirados no mas que te dan ganas de estar todo el dia ahi. Yo estuve cinco horas entre pitos y flautas y no me queria ir.
Bueno con esto de la arquitectura no la aburro mas...


Despedida...

Esto que me esta pasando es de no creer, hoy en un motel de un pueblo atravesado po la ruta 66 entre el Gran Canyon y Los Angeles, antes de ayeren Las vegas, antes de eso Chicago, Boston y NY. Manana L.A, depues San Fransisco, mas tarde Japon. No puedo mas de cansado, llevamos un ritmo super acelerado, pero igual me levanto con todas las ganas. Se hace dificil el estar saltando de ciudad en ciudad y de lugar en lugar, hacer y deshacer la valija por dos dias algunas veces. Se me pierden los dias, no se ni que mes estoy y si me apuras demasiado no me acuerdo que hice tres dias antes. Todavia no tengo la costumbre de anotar las cosas que me pasan por la cabeza, pero seguramente aprenda en la marcha como todo lo que pasa en este viaje. Creo que lo que me di cuenta en esta primera parte es que cuando estas viajando se te mezclan dos cosas, una buena y una mala. Como siempre se dice la mala primero y es que me pongo mal por todo lo que ya paso, por todo lo bueno que fueron NY, Chicago, etc. y las cosas que me quedaron por hacer porque tenia poco tiempo. Pero la buena es que estoy recien empezando y me quedan muchas cosas por hacer y lugares a donde ir.

Estoy en un VIAJE cosmico. Asique estoy de fiesta.